Una visión general de las patologías caninas comunes: Características clínicas, enfoques de tratamiento y el papel de la osteopatía
Aquí exploramos las patologías caninas prevalentes, destacando los signos clínicos, las modalidades de tratamiento convencionales y el papel potencial de la osteopatía en la atención canina. Se hace hincapié en el alcance y las limitaciones de la intervención osteopática dentro de los marcos veterinarios basados en la evidencia.
Osteoartritis (enfermedad articular degenerativa)
Definición: La osteoartritis (OA) es una enfermedad articular progresiva y no inflamatoria caracterizada por la degradación del cartílago, cambios en la membrana sinovial y remodelación del hueso subcondral (Johnston, 1997).
Signos clínicos:
- Cojera, rigidez, sobre todo después del reposo
- Reticencia a hacer ejercicio o saltar
- Hinchazón o calor articular
Tratamiento convencional:
- AINE (por ejemplo, carprofeno)
- Fármacos modificadores de la osteoartritis (DMOAD)
- Gestión del peso
- Rehabilitación física
Osteopatía y OA:
La osteopatía canina puede ayudar a reducir la tensión muscular secundaria, aumentar la amplitud de movimiento articular y mejorar el flujo linfático y vascular. Sin embargo, la osteopatía no es curativa y debe complementar, no sustituir, el tratamiento veterinario.
Cuándo puede no ser útil la osteopatía En casos de OA avanzada con degradación articular importante, la osteopatía tiene un impacto mecánico limitado y puede estar contraindicada si el dolor es intenso o si hay déficits neurológicos.
2. Enfermedad del disco intervertebral (EIVD)
Definición: La IVDD es principalmente una afección neurológica caracterizada por la degeneración y/o hernia de los discos intervertebrales, que conduce a la compresión de la médula espinal y/o las raíces nerviosas. Afecta más comúnmente a las razas condrodistróficas y suele clasificarse en dos tipos (Brisson, 2010).
Hansen Tipo I: Extrusión discal aguda debida a la degeneración del núcleo pulposo, comúnmente observada en razas condrodistróficas jóvenes (por ejemplo, perros salchicha).
Hansen tipo II: protrusión discal crónica debida a la degeneración del anillo fibroso, más frecuente en razas mayores no condrodistróficas (por ejemplo, pastores alemanes).
La gravedad de los signos clínicos varía desde el dolor leve hasta la parálisis completa, dependiendo de la ubicación y la extensión del material discal que incide en la médula espinal (Jeffery et al., 2013).
Signos clínicos:
- Dolor de cuello/espalda
- Ataxia o paresia
- Pérdida de control de la vejiga/el intestino
- Parálisis en casos graves
Tratamiento convencional:
- Corticosteroides o AINE
- Descanso en la caja
- Cirugía (hemilaminectomía)
- Rehabilitación
Osteopatía y IVDD:
La osteopatía está contraindicada en la extrusión discal aguda o grave debido al riesgo de empeoramiento de la compresión. Sin embargo, en fases crónicas o posquirúrgicas, las técnicas osteopáticas suaves pueden ayudar a la recuperación al abordar los patrones musculoesqueléticos compensatorios.
La osteopatía nunca debe utilizarse como tratamiento de primera línea en la hernia discal aguda sin un diagnóstico por imagen previo y una derivación veterinaria clara.
3. Displasia de cadera
Definición: Enfermedad hereditaria en la que la articulación de la cadera está malformada, lo que provoca laxitud articular y cambios osteoartríticos (Smith et al., 1995).
Signos clínicos:
- Andar a saltitos
- Dificultad para levantarse
- Cojera de las extremidades posteriores
- Dolor al extender la cadera
Tratamiento convencional:
- Opciones quirúrgicas (por ejemplo, reemplazo total de cadera, ostectomía de la cabeza femoral)
- Fisioterapia
- Hidroterapia
- Antiinflamatorios
Osteopatía y displasia de cadera:
La osteopatía puede ofrecer un apoyo complementario en el manejo de los patrones de tensión compensatoria y mejorar la calidad de vida, especialmente en los casos leves a moderados. En los casos graves, las anomalías estructurales limitan la eficacia de la terapia manual.
Limitaciones: La osteopatía no puede corregir las malformaciones óseas; es de apoyo más que correctiva.
4. Enfermedad del ligamento cruzado
Definición: La rotura del ligamento cruzado craneal (LCC) es una de las principales causas de cojera de las extremidades posteriores en perros, similar a la lesión del LCA en humanos (Wilke et al., 2006).
Signos clínicos:
- Cojera repentina o crónica
- Inflamación de la articulación de la rodilla
- Signo del cajón craneal positivo
Tratamiento convencional:
- Intervención quirúrgica (por ejemplo, TPLO, TTA)
- Terapia de rehabilitación
- Gestión del peso
Osteopatía y lesiones del LCC:
El tratamiento posquirúrgico o conservador puede beneficiarse de la osteopatía para favorecer la normalización de la marcha y reducir la compensación muscular. La osteopatía no debe utilizarse en caso de rotura aguda sin estabilización.
No es adecuado durante una inestabilidad aguda: Cualquier trabajo manual en una articulación inestable corre el riesgo de provocar más daños y debe retrasarse hasta que se consiga la estabilidad.
5. Espondilosis deformante
Definición: Afección crónica de la columna vertebral caracterizada por la formación de espolones óseos a lo largo de las vértebras, a menudo incidentales pero que ocasionalmente causan molestias o reducen la movilidad (Morgan et al., 1989).
Signos clínicos:
- Rigidez de la columna vertebral
- Reticencia a saltar
- Menor flexibilidad
Tratamiento convencional:
- Analgésicos
- Antiinflamatorios
- Fisioterapia
Osteopatía y espondilosis:
La osteopatía puede ayudar a reducir la compensación muscular y mejorar el confort. Hay que tener cuidado de evitar la fuerza directa sobre las vértebras afectadas.
Precaución: Una manipulación demasiado agresiva podría exacerbar la irritación ósea o provocar complicaciones secundarias en la estabilidad de la columna vertebral.
6. Síndrome de dolor miofascial
Definición: Condición de dolor crónico que implica puntos gatillo hipersensibles dentro del músculo y la fascia (Sharkey, 2013).
Signos clínicos:
- Bandas tensas o nudos palpables
- Espasmos musculares
- Patrones de dolor referidos
- Cambios de comportamiento
Tratamiento convencional:
- Terapia de puntos gatillo
- Estiramientos y masajes
- Acupuntura
- Terapia láser
- AINE
Osteopatía y dolor miofascial:
La osteopatía es especialmente eficaz en este caso. Técnicas como la liberación miofascial, la tensión ligamentosa equilibrada y la tensión-contrapresión pueden actuar directamente sobre patrones musculares disfuncionales.
La osteopatía suele ser muy eficaz cuando se integra con otras modalidades y un diagnóstico claro.
Supervisión veterinaria y consideraciones éticas
Aunque la osteopatía puede desempeñar un valioso papel en la atención canina, debe operar dentro de un marco dirigido por el veterinario. Condiciones que implican:
- Compromiso neurológico
- Enfermedades infecciosas
- Neoplasia
- Traumatismo agudo
...requieren una intervención veterinaria inmediata y pueden contraindicar el tratamiento osteopático. Los facultativos deben trabajar bajo referencia veterinaria y nunca asumir un papel de diagnóstico.
Conclusión
La osteopatía canina ofrece un valioso tratamiento complementario para una serie de afecciones musculoesqueléticas y miofasciales. Sin embargo, su papel debe seguir siendo de apoyo y nunca sustituir el diagnóstico veterinario adecuado o las intervenciones médico-quirúrgicas. La clave reside en una atención integradora y colaborativa basada en la evidencia y el razonamiento clínico.
Referencias
Brisson, B. A. (2010). Enfermedad del disco intervertebral en perros. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 40(5), 829-858. https://doi.org/10.1016/j.cvsm.2010.05.001
Johnston, S. A. (1997). Osteoartritis. Anatomía, fisiología y patobiología articular. Clínicas Veterinarias de Norteamérica: Small Animal Practice, 27(4), 699-723. https://doi.org/10.1016/S0195-5616(97)50073-3
Morgan, J. P., Bahr, A., & Franti, C. E. (1989). Spondylosis deformans in the dog: A radiographic study of the incidence and development of spondylosis deformans in the dog. Veterinary Radiology & Ultrasound, 30(3), 133-138. https://doi.org/10.1111/j.1740-8261.1989.tb00782.x
Sharkey, M. (2013). Los retos de la evaluación de la osteoartritis y el dolor musculoesquelético en perros. Veterinary Medicine: Investigación e Informes, 4, 151-160. https://doi.org/10.2147/VMRR.S40849
Smith, G. K., Gregor, T. P., Rhodes, W. H., Biery, D. N., & Lawler, D. F. (1995). Evaluation of risk factors for degenerative joint disease associated with hip dysplasia in dogs. Journal of the American Veterinary Medical Association, 206(5), 642-647.
Wilke, V. L., Conzemius, M. G., Besancon, M. F., Evans, R. B., Ritter, M. J., & Heiderscheit, B. C. (2006). Comparison of tibial plateau leveling osteotomy and tibial tuberosity advancement for cranial cruciate ligament rupture in dogs. Veterinary Surgery, 35(6), 486-494. https://doi.org/10.1111/j.1532-950X.2006.00184.x
Jeffery, N. D., Levine, J. M., Olby, N. J., & Stein, V. M. (2013). Degeneración del disco intervertebral en perros: Consecuencias, diagnóstico, tratamiento y direcciones futuras. Journal of Veterinary Internal Medicine, 27(6), 1318-1333. https://doi.org/10.1111/jvim.12183