Nutrición equina

Chris Bates M.Ost, DipAO, EEBW, BHSAI

Tanto en el caso de los caballos como en el de los seres humanos, la nutrición es un factor esencial en la gestión de la salud. A los propietarios de caballos puede resultarles difícil orientarse entre la gran variedad de opiniones y consejos que se ofrecen, lo que podría llevarles a seguir una dieta inadecuada para su constitución particular.

Aquí mi objetivo es informar sobre los principios generales de la nutrición e investigar las pruebas actuales. Al igual que con todos los consejos e información que se encuentran en los artículos, es importante recordar que se trata sólo de información general y que los propietarios siempre deben buscar asesoramiento veterinario antes de hacer cambios en la dieta de su animal. 

¿Qué es la nutrición? 

La nutrición como ciencia es profunda y los profesionales la estudian hasta el nivel de licenciatura para ejercer y se especializarán en diversas áreas de la ciencia. En una descripción lo más sencilla posible, la nutrición es la combinación de alimentos, agua y suplementos para proporcionar al ser vivo las reservas esenciales necesarias para un funcionamiento saludable. 

Los nutricionistas evaluarán el caso particular de cada caballo y abordarán las distintas deficiencias potenciales con planes y suplementos adaptados. La nutrición no sólo se refiere al tipo y contenido de los alimentos, sino también al momento y la cantidad. 

La dieta de los caballos domésticos es distinta de la de los salvajes. Los equinos salvajes pastan y hojean una variedad de material vegetal y forrajes suculentos que contienen proteínas, agua, lípidos y carbohidratos, pero mucho menos almidones que nuestros caballos domesticados (Frape, 2010). 

Aunque muchos intentan crear una ingesta de alimentos lo más natural posible, la realidad es que sin cientos de acres de tierra biodiversa y floreciente, esto no es posible. La ciencia de la nutrición permite crear los alimentos que mejor proporcionan al caballo el combustible, las vitaminas y los minerales para cuyo consumo ha evolucionado, pero con la comodidad y disponibilidad que requiere la domesticación. 

Lo esencial de la nutrición equina

¿Qué necesitan realmente los caballos en su dieta? Los caballos se alimentan por goteo, ya que comen a intervalos frecuentes a lo largo del día. También solemos ofrecer a los caballos comidas a granel en distintos momentos, pero esto dependerá en gran medida de sus necesidades individuales, como su actividad, edad y estado de salud. 

El principio más importante en la nutrición equina es que deben tener acceso al agua y a algún tipo de forraje la mayor parte del tiempo. Por supuesto, en ocasiones el caballo, al participar activamente en ejercicios y deportes, puede no comer. También habrá ocasiones en las que deba retirarse la comida por la salud y seguridad del caballo, como cuando se recupera de una anestesia o sedación debido al riesgo de atragantamiento. 

En segundo lugar, el caballo debe recibir el equilibrio correcto de macronutrientes para su constitución única. Esto significa que debe haber una ingesta adecuada de proteínas, carbohidratos, lípidos y fibra. Las cantidades variarán en función de las demandas del individuo (Geor, Harris y Coenen, 2012). 

El momento de la alimentación también es importante. Cuando se ofrece forraje, como heno, forraje de heno y hierba, la alimentación suele ser continua en la mayoría de los casos y los caballos autorregularán su ingesta cuando el forraje esté disponible. 

Sin embargo, cuando se alimentan con piensos duros como mezclas, pellets y piensos remojados, deben espaciarse adecuadamente a lo largo del día. También hay que tener en cuenta que, por naturaleza, los caballos comen menos durante la noche, ya que son diurnos (Melyni Worth, 2010). El sistema digestivo del caballo puede sobrecargarse con los alimentos muy concentrados y esto puede provocar problemas como cólicos. 

La calidad de los alimentos y suplementos es vital. Debido al tipo de piensos que suministramos a los caballos domésticos, no es raro encontrar problemas de almacenamiento o plagas que han hecho que la calidad de los alimentos se vea comprometida. 

El heno y otros forrajes, si no se almacenan bien, pueden humedecerse y provocar la aparición de moho. Los piensos duros deben almacenarse en lugares donde plagas como ratones y ratas no puedan acceder a ellos. El agua debe estar limpia y libre de posibles organismos parásitos. 

También hay que tener en cuenta la calidad del pastoreo. Esto puede hacerse mediante una buena gestión de los pastos y la rotación estacional, la limpieza de los excrementos de los campos para evitar una mayor carga de parásitos y la eliminación de plantas tóxicas de los campos, como la artemisa o las bellotas. Encontrar un buen proveedor de piensos suele anular los problemas de calidad. 

La individualidad es fundamental en el estudio de la nutrición. Cada animal tendrá sus propios factores intrínsecos y extrínsecos que afectan al comportamiento en torno a la alimentación, la capacidad física para digerir y absorber y, por supuesto, diferentes demandas de actividad física. 

Los caballos de edad avanzada suelen desarrollar problemas dentales como resultado de la erupción natural de los dientes y su eventual pérdida. Esto limitará su capacidad para masticar forrajes más largos, como el heno, y hará necesario sustituirlos por alimentos ricos en fibra. 

Macronutrientes y micronutrientes equinos 

Para entender cómo afectan los alimentos a nuestros caballos, debemos conocer los componentes que los forman. Los macronutrientes son los componentes que el organismo necesita en mayores cantidades para crear y almacenar energía y repararla. 

Son las grasas, las proteínas, los hidratos de carbono, la fibra y el agua que proporcionamos en diversos alimentos y forrajes. Estos compuestos están formados por componentes más pequeños y se descomponen en ellos en la digestión para ser utilizados o almacenados. 

Los micronutrientes son las vitaminas y minerales que necesitamos en menor cantidad pero que son esenciales para un funcionamiento saludable. Entre ellos están las vitaminas del grupo B, las vitaminas liposolubles A, D, E y K, minerales como el zinc, el hierro y el magnesio, y muchos otros. 

Los micronutrientes son esenciales en procesos como facilitar la producción de ADN, producir enzimas y hormonas y permitir la función nerviosa. El cuerpo puede sintetizar algunos de ellos, pero otros se conocen como "esenciales", lo que significa que el organismo necesita obtenerlos a través de la nutrición y la suplementación. 

Los macronutrientes son las materias primas del organismo, mientras que los micronutrientes son las herramientas que nos permiten utilizarlas. Es importante tener en cuenta las proporciones de los distintos macronutrientes y micronutrientes en la alimentación, e incluso en un animal sano, la carencia continuada de un determinado nutriente puede provocar una deficiencia y los síntomas se harán evidentes. 

Variaciones en las necesidades nutricionales del caballo 

Las necesidades de determinados nutrientes de un caballo varían en función de su edad, estado de salud, actividad/deporte, gestación e incluso comportamiento. En los primeros años de vida, el caballo dedica muchos recursos vitales a su crecimiento y desarrollo, por lo que necesitará una mayor proporción de proteínas en su dieta que los caballos adultos. 

Por razones similares, una yegua lactante o preñada también necesitará una alimentación más rica en proteínas. La sudoración excesiva puede agotar seriamente electrolitos como el sodio y el potasio (micronutrientes), que desempeñan papeles esenciales en la transferencia de fluidos y la conducción nerviosa, por lo que puede ser necesario aumentarlos en caballos con cargas de trabajo más pesadas o en determinadas épocas del año. 

Muchos propietarios aumentan la ingesta de grasas en la alimentación de sus caballos durante los meses de invierno. Esto puede ser muy útil para garantizar que tengan las reservas necesarias para autorregular su temperatura en el frío. Sin embargo, puede resultar complicado si el caballo gana demasiado peso y los propietarios deben ser conscientes de cualquier enfermedad, como el síndrome metabólico equino (similar a la diabetes en los humanos) o la laminitis, y de cómo afectan o se ven afectadas por el aumento de peso. 

Tipos de piensos

Al principio, el propietario de un caballo puede sentirse abrumado al examinar todos los tipos de piensos y forrajes disponibles. La clave está en obtener información clara y fundamentada de un nutricionista y de los fabricantes de piensos. 

Forrajes

Se trata de los alimentos ricos en fibra, con menor contenido de almidón, que constituyen la mayor parte de la dieta del caballo. Los caballos han evolucionado para alimentarse poco y a menudo, por lo que este tipo de comida es esencial. 

El heno y el forraje de heno les proporcionan mucho que masticar. Los caballos pueden masticar hasta 18 horas al día y si no tienen suficiente forraje para masticar, esto puede causarles estrés al impedirles realizar su comportamiento masticatorio natural. 

La descomposición más lenta de la fibra en el intestino posterior también ayuda a los caballos a regular su temperatura, ya que esta descomposición genera calor. El acceso regular y adecuado al forraje también protege al caballo de la ulceración gástrica gracias al flujo continuo de alimento y saliva hacia el sistema digestivo. 

Los caballos producen continuamente ácido estomacal y la saliva actúa como amortiguador del pH para reducir el riesgo de ulceración. Debe ser el componente más importante de la dieta del caballo. Los piensos remojados, como la remolacha azucarera, también aportan fibra adicional en épocas del año en las que no se dispone de suficiente hierba. Las empresas de piensos también crean piensos duros ricos en fibra en forma de pellets y mezclas. 

Concentrados

Es lo que algunos denominan "pienso duro" o "grano". Son alimentos a base de cereales derivados de la avena, la cebada y el maíz. Los concentrados son mucho más densos en energía que el forraje y resultan muy útiles para aportar los macronutrientes adicionales que un caballo puede necesitar si está trabajando, envejeciendo, desarrollándose o necesita ganar peso y condición. 

No todos los caballos necesitan concentrados y muchos caballos, incluso en trabajos ligeros o medios, pueden funcionar bien sólo con forraje y quizá algunos suplementos adicionales. Las empresas de piensos suelen enriquecer estas mezclas y pellets con proteínas adicionales para los caballos que las necesitan para el desarrollo muscular, la cicatrización u otras razones. 

Existen mezclas y pellets a medida para yeguas de cría, caballos jóvenes, caballos mayores y caballos de trabajo de alto nivel que aportan los elementos adicionales que necesitan estas poblaciones individuales. 

Equilibrador y suplementos

Algunos caballos pueden necesitar vitaminas y minerales adicionales o aceites y apoyo para las articulaciones que no están disponibles en cantidades suficientes en los concentrados. Si el caballo no necesita comidas más copiosas de concentrados, estos alimentos pueden suministrarse junto con forraje pequeño, como paja. 

Los equilibradores y los suplementos se administran en pequeñas cantidades, un poco como un ser humano que toma una píldora de vitaminas. Si se toman en cantidades demasiado elevadas, sólo se desperdiciarán por excreción. Es importante consultar a un veterinario o nutricionista antes de utilizar suplementos, ya que el caballo debe tener el equilibrio adecuado para obtener beneficios y, a veces, el uso excesivo puede provocar disfunciones. 

Hidratación

El agua es esencial para la vida y los caballos la necesitan tanto para sus funciones fisiológicas como para mover los alimentos de forma segura a través del intestino. La deshidratación puede provocar la impactación en el intestino y causar cólicos. 

Un caballo sano puede beber entre 20 y 55 litros de agua al día, e incluso más cuando hace calor o el trabajo es intenso. Proporcione siempre a los caballos acceso a agua limpia y, en climas fríos, asegúrese de que no se haya formado hielo que les impida beber. 

Bibliografía: 

www.bhs.org.uk. (s.f.). Feeding Horses: Horse Diet & Feed | The British Horse Society. [en línea] Disponible en: https://www.bhs.org.uk/horse-care-and-welfare/health-care-management/horse-health/feeding-horses/.

Geor, R.J., Harris, P.A. y Coenen, M. (2013). Nutrición aplicada y clínica equina : salud, bienestar y rendimiento. Oxford: Saunders.

Frape, D. (2010). Nutrición y alimentación equina. Uk: Wiley-Blackwell.

Melyni Worth (2010). The horse nutrition handbook : [feeding for maximum health, longevity, and performance; evaluating weight and well-beeing; designing a year-round feeding program; understanding proper supplement use and resolving nutritional disorders; managing pastureland for optimal health, safety, and feed value]. North Adams, Ma: Storey Publ.

Blog Post escrito por:
Chris Bates
Osteópata (DO), terapeuta equino y profesor del London College of Animal Osteopathy