La osteopatía en los cuidados paliativos de los animales: Una valiosa integración

Por Karen Lithgow - Graduada del London College of Animal Osteopathy, Osteópata Animal y Enfermera Veterinaria, Directora del Grupo de Estudio Online LCAO

Los cuidados paliativos suelen entenderse erróneamente como pasivos o limitados al final de la vida. En realidad, se trata de aliviar el malestar, apoyar la función y preservar la calidad de vida, especialmente cuando el tratamiento curativo ya no es una opción. La osteopatía ofrece un complemento potente y no invasivo dentro de este marco asistencial.

En el corazón de la medicina osteopática se encuentra la creencia de que el cuerpo es un todo integrado, donde la estructura y la función están en constante relación. En los cuidados paliativos, esta filosofía adquiere una gran relevancia. Las técnicas osteopáticas suaves, como el equilibrio articular, la terapia craneal y las técnicas funcionales, pueden ayudar a reducir la tensión, facilitar el movimiento restringido y apoyar los procesos fisiológicos que mantienen el bienestar.

Un actor clave en este proceso es la fascia: el tejido dinámico e inteligente que rodea e impregna cada parte del cuerpo. La fascia es más que tejido conjuntivo: actúa como mensajero, protector y puente entre sistemas. Transporta receptores neurológicos, facilita el flujo linfático y desempeña un papel vital en la regulación del dolor y la propiocepción. Al interactuar con la fascia a través del tacto, los osteópatas pueden apoyar los mecanismos homeostáticos del cuerpo, incluso cuando la enfermedad no puede revertirse.

En los animales viejos o crónicamente enfermos, la disfunción suele desarrollarse de forma silenciosa. Los propietarios pueden informar de cambios vagos, como que su animal parece menos comprometido, más retraído o receloso de que le toquen. Estos signos sutiles pueden reflejar desequilibrios sistémicos más profundos. La osteopatía permite a los profesionales evaluar el cuerpo manualmente, identificando zonas de restricción, asimetría o alteración del tono tisular, a menudo antes de que se traduzcan en dolor manifiesto.

El impacto del tratamiento no se limita al animal. Los cuidados paliativos tienen una profunda dimensión emocional, y no se puede subestimar la sensación de alivio que sienten los propietarios cuando ven a su animal más cómodo. Esa mayor comodidad puede dar lugar a una recuperación del apetito, la movilidad e incluso el juego; todos ellos resultados significativos cuando la prioridad es la calidad de vida.

Fundamentalmente, la osteopatía no compite con la medicina veterinaria, sino que la apoya. Cuando se integra en un plan de cuidados en colaboración, puede reducir la carga del tratamiento farmacológico, mejorar el movimiento y ayudar a regular los sistemas internos, incluidas las redes nerviosa, endocrina y linfática.

La osteopatía en cuidados paliativos no trata de curar. Se trata de aliviar. Se trata de darse cuenta de lo que se ha perdido y ayudar suavemente al cuerpo a recuperar lo que puede. Es un recordatorio práctico de que, incluso en la decadencia, puede haber dignidad, consuelo y conexión.

Blog Post escrito por:
Karen Lithgow
Osteópata animal y enfermera veterinaria