Por Siun Griffin, fisioterapeuta veterinaria y Community Manager de LCAO
A medida que el invierno se desvanece y aparece el calor de la primavera, los propietarios de caballos deben adaptar sus rutinas de cuidados a las necesidades cambiantes de sus compañeros equinos. La primavera anuncia un nuevo crecimiento, pero también plantea retos específicos que exigen atención y preparación.
Desde la muda del pelaje invernal hasta la adaptación a los exuberantes pastos, los caballos requieren cuidados meticulosos durante este periodo de transición.
Gestión de la muda
Con la llegada de la primavera, los caballos experimentan el proceso natural de desprenderse de su espeso pelaje invernal. El cepillado regular es imprescindible para facilitar este proceso de forma eficaz. Invierta en herramientas de aseo de calidad, como cuchillas, peines y cepillos para eliminar eficazmente el pelo suelto, la suciedad y la caspa. Preste especial atención a las zonas sensibles, como el vientre y debajo de la crin, donde el pelo de invierno tiende a quedarse.
Ajuste nutricional
A medida que los pastos comienzan a regenerarse con hierba fresca y forraje, es esencial vigilar atentamente la dieta de su caballo. Introduce el pastoreo gradualmente para que su sistema digestivo se adapte a la mayor humedad y exuberancia de la hierba primaveral.
Los cambios bruscos de dieta pueden predisponer a los caballos a problemas gastrointestinales como cólicos o laminitis. Considere la posibilidad de consultar a un veterinario o nutricionista equino para formular una dieta equilibrada adaptada a las necesidades individuales de su caballo, sobre todo si tiene requisitos dietéticos específicos o problemas de salud.
Control de parásitos
Las temperaturas más cálidas crean un entorno ideal para que proliferen parásitos como gusanos y garrapatas. Aplique un programa estratégico de control de parásitos que incluya medidas periódicas de desparasitación y prevención de garrapatas.
Colabore con su veterinario para elaborar un programa de desparasitación personalizado basado en el recuento de huevos en heces y la prevalencia regional de parásitos. Además, inspeccione regularmente a su caballo en busca de garrapatas y elimine rápidamente cualquier parásito para evitar molestias y la posible transmisión de enfermedades.
Cuidado de los cascos
La primavera trae consigo condiciones más húmedas, que pueden ablandar los cascos y aumentar la susceptibilidad a las infecciones bacterianas y fúngicas. Mantén un régimen riguroso de cuidado de los cascos, que incluya limpieza, recorte y, si es necesario, herraje.
Vigile los signos de candidiasis bucal, una infección bacteriana común que prospera en ambientes húmedos, y trátela de inmediato con tratamientos o medicamentos adecuados para los cascos. Asegúrese de que las zonas de descanso están bien drenadas para minimizar la exposición prolongada a condiciones húmedas, que pueden comprometer la salud de las pezuñas.
Ejercicio y acondicionamiento
Tras los meses sedentarios del invierno, reintroduzca gradualmente a su caballo en un régimen de ejercicio constante para recuperar el tono muscular y la forma cardiovascular. Empiece con actividades de baja intensidad, como pasear, y aumente gradualmente la duración y la intensidad de los entrenamientos.
Incorpore una variedad de actividades, como la monta a la cuerda, la monta a caballo, la monta a caballo (trail riding) y la vuelta al ruedo, para implicar a los distintos grupos musculares y evitar el aburrimiento. Preste atención a los signos de fatiga o malestar y ajuste la rutina de ejercicios en consecuencia para evitar sobreesfuerzos o lesiones.
Seguridad medioambiental
La primavera trae consigo una serie de peligros medioambientales, como plantas tóxicas, alergias estacionales y patrones meteorológicos impredecibles. Familiarícese con las plantas tóxicas más comunes de su zona y elimínelas de los pastos y las zonas de descanso para evitar su ingestión accidental.
Vigile a su caballo para detectar signos de alergia, como picor excesivo, tos o secreción nasal, y consulte a un veterinario para que le indique las estrategias de gestión adecuadas. Permanezca atento a las condiciones meteorológicas cambiantes y proporcione refugio y protección adecuados durante las tormentas o las temperaturas extremas.
Atención dental
Las revisiones y el mantenimiento dentales periódicos son esenciales para garantizar la salud y el bienestar generales de su caballo. Programe una revisión dental con un dentista o veterinario equino cualificado para tratar cualquier problema dental como puntas afiladas, desgaste irregular o anomalías dentales. Un cuidado dental adecuado no sólo favorece una masticación y digestión eficientes, sino que también ayuda a prevenir molestias bucales y problemas de comportamiento asociados.
Vacunas
Dependiendo de dónde viva, la primavera significa que hay que administrar ciertas vacunas. Si no está seguro, consulte a su veterinario y establezca un calendario de vacunación.
Cambios generales
Con la llegada del buen tiempo, las pesadas mantas de invierno dejan de ser necesarias. Es un buen momento para limpiarlas, repararlas y guardarlas para que estén listas para cuando vuelva el frío.
Comprobación de suministros
Ahora es un buen momento para repasar tus provisiones y comprobar si necesitas algo. ¿Te has quedado sin champú? ¿Acondicionador de cola? ¿Aerosol contra moscas? ¿Suministros de primeros auxilios? Comprueba lo que te falta o lo que ya no te queda y abastécete para los próximos meses, para que no te falte nada importante.
Zonas de descanso
El mantenimiento primaveral de sus campos y vallados es esencial. Examine su vallado y repare los daños o puntos débiles. Las vallas de postes y travesaños suelen necesitar pintura para preservar la madera.
Pruebe cualquier valla eléctrica para asegurarse de que funciona correctamente.
Muchas personas rastrillan y aplanan los prados antes de que crezca demasiada hierba para eliminar los agujeros o surcos que pueden lesionar a los caballos.
Limpieza del granero
Ahora es un buen momento para abordar cualquier trabajo dentro de su granero. Limpia los objetos que ya no necesites. Elimine las telarañas. Revisa los aperos, límpialos y deshazte de todo lo que no sea seguro.
Terapeutas
Una visita primaveral de su osteópata, fisioterapeuta, quiropráctico o masajista es un buen complemento para un plan de puesta en forma si su caballo ha estado de baja durante los meses de invierno. Sobre todo si tiene previsto salir a competir.
La primavera anuncia un periodo de renovación y rejuvenecimiento tanto para los caballos como para sus cuidadores. Si adopta precauciones y estrategias de cuidado proactivas, podrá afrontar la transición estacional con confianza y asegurarse de que sus compañeros equinos prosperen en los meses venideros. Recuerde que cada caballo es único, así que adapte su rutina de cuidados a sus necesidades y preferencias individuales. Con diligencia y atención a los detalles, podrá disfrutar de una asociación armoniosa con su caballo durante todo el esplendor de la primavera.