Los beneficios de alimentar a los caballos con grasa

A lo largo de los años, los criadores se han interesado cada vez más por alimentar a los equinos con dietas a base de grasas. Dado que los caballos no tienen vesícula biliar, los mitos dicen que pueden sacar provecho de las dietas con grasa, debido a su constante producción de bilis. Además, investigaciones recientes han demostrado que una dieta basada en ácidos grasos tiene múltiples efectos beneficiosos en los equinos y puede incluso mejorar la vida de los caballos de cría y de rendimiento. ¡Vamos a describir esos beneficios!

QUÉ ES LA GRASA

En primer lugar, definamos un término sencillo: ¿qué es la grasa? Cuando hablamos de grasas para alimentar a los caballos nos referimos a los triglicéridos, que constan de tres moléculas de ácidos grasos unidas a una molécula de glicerol. El hecho de que la grasa sea saturada o insaturada viene determinado por la química de las moléculas de ácidos grasos.

Entre las grasas insaturadas (comúnmente denominadas aceites) con las que se suele alimentar a los caballos se encuentran el aceite de maíz, el aceite de soja y el aceite de canola. Las grasas saturadas, en cambio, pueden incluir la manteca de cerdo o el sebo, y suelen proceder de animales.

FUENTES DE GRASA

Es bastante infrecuente que los concentrados de cereales comerciales utilicen grasas saturadas para alimentar a los caballos. Normalmente, éstos utilizan grasas insaturadas o aceite vegetal para complementar su dieta.

Varias fuentes de aceites vegetales utilizados para alimentar o complementar la dieta de un caballo oscilan entre el 6% y el 100% de grasa. Dependiendo del pienso, puede encontrar aceite de soja, canola, maíz o incluso arroz, que pueden alcanzar hasta el 100% de grasa en su contenido. Otra fuente puede ser el salvado de arroz estabilizado, que alcanza hasta un 20% de grasa.

Más recientemente, se ha probado en caballos el aceite de pescado con Omega 3 y 6, pero los caballos no suelen encontrarlo de buen gusto.

¿LOS CABALLOS DIGIEREN LAS GRASAS?

Los caballos son capaces de digerir el aceite vegetal de las fuentes mencionadas. Los aceites se digieren en el intestino delgado, y los caballos pueden digerir grandes cantidades de aceite, hasta el 20% de la dieta total. Esto se debe a la producción constante de bilis del hígado, que se segrega continuamente al intestino delgado durante la digestión.

¿CUÁNTAS CALORÍAS CONTIENEN LAS GRASAS?

El aceite vegetal es el elemento más calórico de la dieta de un caballo. Contiene hasta un 150% más de energía que su peso equivalente en avena, o un 130% más de energía que su peso equivalente en maíz partido.

¿ES SEGURO ALIMENTARSE CON GRASA?

Cuando intente alimentar a su caballo con suplementos de grasa, tenga siempre en cuenta que debe llevar un periodo de adaptación de 14 días en el que tendrá que controlar la cantidad que le da de comer. Los caballos que no están acostumbrados a ser alimentados con grasa pueden rechazar el pienso o sufrir problemas digestivos, como diarrea transitoria.

Sin embargo, el exceso de grasa en la dieta no provoca cólicos ni laminitis, como ocurre con los cereales. No debe tener miedo de alimentar a su caballo con grasas, ya que lo que se considera una dieta "rica en grasas" puede aportar a su caballo hasta un 20% de sus calorías en grasa, mientras que una dieta típica en humanos suele contener un 40% de grasa. Hasta ahora, los investigadores no han encontrado ninguna relación entre las enfermedades coronarias en los caballos y una dieta rica en grasas, a diferencia de lo que ocurre en los seres humanos.

¿CUÁNTA GRASA SE PUEDE DAR A UN CABALLO?

Los caballos son capaces de digerir grandes cantidades de grasa. En experimentos científicos cuidadosamente controlados, se han suministrado a los caballos hasta 230 g de aceite por cada kg de dieta, o aproximadamente 11 tazas de aceite al día. Desde un punto de vista práctico, la cantidad máxima de aceite que se puede añadir a la dieta no superaría las 2 tazas al día para un caballo de 1.000 libras. Puede suministrarse más aceite en circunstancias especiales, pero todas las fuentes de grasa deben introducirse gradualmente en la dieta para evitar el rechazo del alimento y la diarrea.

BENEFICIOS POTENCIALES

La grasa puede complementar la avena y el maíz para proporcionar energía adicional a un caballo muy exigente energéticamente. No sólo eso, sino que la sustitución de una parte de su típica dieta a base de arroz/grano por aceite vegetal puede ayudar a mitigar el riesgo de trastornos digestivos asociados habitualmente a los cereales ricos en almidón.

Esto significa que una dieta suplementada con grasa puede resultar una alternativa alimentaria más segura que las tradicionales mezclas de cereales utilizadas en las dietas para conseguir que los caballos delgados ganen peso.

A los caballos a los que se les han contraindicado las dietas a base de cereales, como los caballos con antecedentes de laminitis, también se les puede suplementar con grasa para evitar causar más daño al caballo, haciendo que satisfaga sus demandas calóricas al tiempo que no se le alimenta excesivamente con forraje.

Según afirmaciones anecdóticas de criadores y ganaderos recogidas en artículos, estas dietas ricas en grasas hacen que los caballos estén más tranquilos y con la cabeza más despejada en comparación con un pienso tradicional sin grasas añadidas.

La grasa también proporciona al caballo una fuente de ácidos grasos esenciales y ayuda a la absorción de las vitaminas liposolubles, como la vitamina A, D y E.

En comparación con los humanos, la grasa no es algo que haya que eliminar de la dieta de un caballo para mantenerlo sano. Puede ayudar a aumentar su ingesta calórica, aportar vitaminas y ayudarles a mantener una dieta equilibrada sin tener que abusar de la suplementación con grano, reduciendo así el riesgo de sufrir problemas gastrointestinales. Aunque no todos los caballos necesitan suplementos de grasa en su dieta, ¡siempre es una buena posibilidad para mantenerlos sanos!

Fuente: https://training.ifas.ufl.edu

Blog Post escrito por:
María Rondón
Jefe de Ciencias de la Salud de LCAO